domingo, 11 de marzo de 2012

Niebla

«Y hay que corroer. Y hay que confundir. Confundir sobre todo, confundirlo todo.
Confundir el sueño con la vela, la ficción con la realidad, lo verdadero con lo falso;
confundirlo todo en una sola niebla. La broma que no es corrosiva y confundente no sirve
para nada».



para qué mil líneas de tanto microcuento
si siempre un punto se come al puto esperpento
niebla, destino, ataraxia, vida,
para qué las palabras que son sólo comida
del rico de las luces, esquizofrénico suicida.

niebla son tus ojos, niebla sus labios rojos,
niebla lo que sale de la turba que se encierra
para curarse en cultismos y llenarse de pesimismos,
lo más fácil de la Tierra.
para tantos males te ahogas con espuma,
sacas la rabia de tu pluma en tus circos intelectuales
y la bruma que no se esfuma con libros a millares,
ni con la razón presa de filosofías occidentales.
tanto humo en cada esquina de las mentes,
rebuscarlo todo, rechazar lo diferente,
pensar que la nada es todo y que todo es indiferente.
a cada paso inventas cinco reflexiones,
esperando que el ocaso te traiga definiciones
y a cada día lo mismo haciendo del mundo un desparpajo
con tus «-ías» y tus «-ismos»;
si me preguntas, carajo,
yo vivo mi vida, tío.

¿a qué esperas allí sentado?
si el destino te alcanza, nada habrás alcanzado.
llora por tus hijos que aún no nacen
de ese padre que no sabe lo que hace,
ríe de la madre que te lanza como lanza a la mandíbula del mundo,
que se abalanza buscando vagabundos.
los precios a la alza,
el sistema observando,
soldados a la caza de tus amigos y tus hermanos...
a cada mente mil problemas y a cada día mil mentes enfermas,
para qué pensar tanto si eres parte de un esquema,
más grande tanto cuanto intentas comprenderlo
y más simple si es que existe navaja para entenderlo.
si fueras pura ficción, te acabarías en un suspiro del creador,
si fueras realidad, vaya ingenuidad,
te morirías cuando Dios despierte,
y eso es muerte pues todo el universo, toda vida,
es el sueño del de arriba, del de al lado, del de todas partes.
calla tu boca si no sabes lo que haces,
lo que hablas ni que oyes,
mejor escucha estas voces,
salta de tu cama y de tu silla.

esto no es protesta
(yo qué culpa tengo si México está enfermo
y los médicos apestan)
no preguntes qué es esto,
pues es leyenda de la China,
un cuadro grotesco,
novela de melancolía.
un juego del destino,
una burla de tu amigo,
el frío que te cala estando dormido,
la lluvia que te moja cuando estás perdido,
la piedra que pisas en medio del camino,
la tragedia que corroe de un ser querido...
eso es la comedia para mis ojos y mis oídos.
quién de ti se acuerda, si tú eres olvido.
nada sabe mejor que la risa de uno mismo,
sé un payaso egoísta, el mago del cinismo,
cuenta un chiste de tu vida y vuélvete consumismo.
si el mundo te está comiendo, devórate a ti mismo
mira tus ensueños, la eternidad es un abismo.

en otros tiempos, en otros días,
cuando leas lo que escribo
te diré que no hay partida mejor que el estoicismo de la vida.
pero anda crío, que repito, no hay salida.
busca y si la encuentras, me cuentas de tu huida.
personaje de ficción, perfecto construido,
eres tú, es él, ella y su prima.
sueñan, lo permito, es la historia de su vida...
pero estáis todos jodidos, aquí el cuento termina.

José Leonardo Lucero López

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