Es como la versión (muy austera, seguramente) feliz del Poema Romance Sonámbulo de Federico García Lorca.
Verdes, los quiero verdes…
Como la mar, como las ramas, como el viento,
Como la selva, como lagunas.
Círculos glaucos, exactos, dispersan la ausencia de luz
Que te permiten abrir
las almas y a mí observar la tuya.
Verdes, ojitos verdes, no fríos ni de plata.
Mas tú no estarás sostenida por un carámbano de luna,
Sino sobre mis pies.
Y tú pelo no será verde, sino cascada castaña
De bucles coquetos encerrando la líneas armoniosas
Que conforman tu faz.
Y la piel tampoco será verde cuando me esperes en la baranda,
Sino tórrida tela
glacial que arrebata cuando te
abraza.
Verdes, tus ojos verdes.
Jhonatan
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